viernes, 31 de octubre de 2008

Mecanismos oculares que participan en la lectura (I)

Foto editada por c.fuentes2007

  • El procesamiento del lenguaje escrito.
"Partiendo de la premisa de que todo mensaje para ser procesado debe previamente ser percibido y analizado por nuestros sentidos, comenzaremos analizando esta etapa del proceso lector.

Durante el proceso lector, los mecanismos implicados en la visión extraen la información gráfica impresa que pasa a ser almacenada en una memoria sensorial breve (llamada memoria icónica). Después, una parte de esta información, la más relevante, pasa a la memoria a corto plazo, donde es analizada para ser reconocida como una unidad lingüística determinada.

  • Mecanismos oculares.
Los mecanismos visuales implican el uso de movimientos sacádicos y de fijaciones que van a estar implicados en los procesos de discriminación de los signos visuales.

En las culturas occidentales, la lectura procede de izquierda a derecha. Esto exige que la mirada proceda mediante movimientos sacádicos y fijaciones. Al leer un texto los ojos avanzan a pequeños saltos, llamados movimientos sacádicos, que se alternan con perídos breves de fijación en los cuales permanecen inmóviles, llamados fijaciones (Mitchell, 1982). En algunas ocasiones, se producen movimientos en sentido contrario al de la lectura normal, son las regresiones, cuya finalidad es realizar una relectura para verificar una información incompleta o sin sentido. Aproximadamente un 10-15% de los movimientos sacádicos son regresiones, que se producen para realizar una relectura.

Los períodos de fijación permiten al lector percibir una porción del material escrito y los movimientos sacádicos le trasladan al siguiente punto de texto con la finalidad de que quede situado frente a la fóvea (zona de máxima agudeza visual) y así poder seguir acumulando información. Durante los movimientos sacádicos la visión queda interrumpida y, con ella, la extracción de información; dicho de otra forma, sólo se obtiene información durante las fijaciónes. Los períodos de fijación duran entre 200-250 miliseg aproximadamente (Dunn y Pirozzolo, 1984; Holmes y O'Reagan, 1981; Rayner, 1977; Rayner y McConkie, 1976; Carpenter y Just, 1977).

Los lectores suelen desplazar sus ojos hacia delante unos ocho caracteres en cada movimiento sacádico, lo que supone aproximadamente 1'5 palabras (pero se ha visto que existe una gran variabilidad en las distancias a las que mueven los lectores sus ojos). Así desde el punto de vista práctico se puede afirmar que hay palabras que no han recibido una fijación, aunque hayan sido percibidas y procesadas debidamente.

Las palabras cortas (con tres letras o menos) que suelen ser palabras de función, tienen una probabilidad mucho mayor de ser saltadas que las palabras más largas (de seis o más letras); así mismo se ha observado que las palabras que tienen ocho o más letras raramente son saltadas. Las palabras de contenido que reciben mayor número de fijaciones son las que tienen como media seis letras (Rayner y cols., 1989). Carpenter y Just (1983) indican que en torno al 83% del tiempo de las fijaciones se emplea en las palabras de contenido (algo similar afirman Duffy, Morris y Rayner, 1988). Los lectores suelen situar las fijaciones de forma preferente entre el comienzo y la mitad de las palabras (Rayner y cols., 1989). Esto es debido a que el comienzo de las palabras contiene mayor información; y también está relacionado con al cantidad de información parcial obtenida paraffovealmente en la fijación previa. También se ha observado que se produce un procesamiento parcial (pre-procesamiento) de la palabra antes de que el lector se fije en ella aún cuando la palabra a la derecha de la fijación no se identifique (Henderson, 1993)."

GALVE MANZANO, J.L. (2007) "Evaluación e Intervención en los procesos de la lectura y la escritura". Madrid: Editorial EOS. (Págs. 19 a 21).

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